Música Clásica Relajante para Niños

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Todos hemos escuchado los beneficios de la música clásica en la vida de las personas, pero muchas veces no nos paramos a pensar el porqué de este hecho.
En este artículo analizaremos la importancia música clásica en nuestras vidas, beneficios, mitos, el efecto mozart, el oído absoluto y las conclusiones de la música clásica relajante para niños.

¡Comencemos!

Entendiendo la importancia de la música clásica


Muchos hemos crecido con la sensación (y opinión), de que este tipo de música es aburrida. Principalmente, porque la que entendemos hoy por música clásica, no suele tener letras o cantantes (si excluimos la ópera).

Sin embargo, también tenemos que decir que la música clásica, se le llama así porque, a grandes rasgos, es la base de la música actual, la fuente.

No estamos hablando de que el "reggaeton" se alimente de Las cuatro estaciones de Vivaldi, pero el primero surge de una mezcla de reggae (que a su vez bebe de influencias tan interesantes como el Ska o jazz, entre otras) y hip-hop.

Como vemos, los géneros musicales surgen unos de otros, pero todos tienen un punto en común: la música clásica, tal y como la conocemos hoy.

Efecto mozart: ¿verdad o mito?

 

Se le llama así a la supuesta capacidad de algunas piezas de este tipo de música (especialmente, las de Amadeus Mozart), para incrementar en el niño sus capacidades mentales.

Pero, ¿hasta qué punto es cierto? Mucho tiempo lleva la comunidad musical y científica debatiendo sobre si este hecho se da en realidad, o la música clásica relajante para niños no es más que charlatanería.

El origen de esta suposición la podemos encontrar en un otorrinolaringólogo, llamado Alfred A. Tomatis, que en 1991 desarrolló la teoría de que los pacientes con depresión, mejoraban escuchando música de Mozart.

Un par de años más tarde, en la Universidad de California se descubrió que eso mismo desarrollaba las capacidades espaciales y de razonamiento por un lapso de 10 minutos, en concreto la sonata para dos pianos en re mayor KV448/375a.

De modo que actualmente, millones de padres mantienen la firme convicción de que exponer a su hijo durante unos minutos al día a cualquier sinfonía del artista vienés, lo vuelve más inteligente (sobre todo si esta actividad se realizó antes, cuando era un feto).

Veamos las posiciones encontradas:

  • En el mismo año que ocurrió el descubrimiento, en la Universidad de Viena se desmiente, haciendo que el efecto mozart sea considerado (científicamente) un mito desde su orígenes.
  • Lo que sí es cierto es que las vías neurológicas relacionadas con la escucha de la música clásica y las del razonamiento espacial, son muy similares, por lo que permite que esta afición sea beneficiosa para realizar tareas más rápidamente.
  • También lo que es seguro es que la música suele incidir directamente en el estado de ánimo, y determinadas piezas de música clásica realzan un estado mental positivo, haciendo que el aprendizaje se afronte de forma más provechosa.
  • De modo que, muchos miembros de la comunidad científica no amparan la creencia de que escuchar música clásica relajante para niños los haga más inteligentes, pero también están de acuerdo con que no  perjudica a nadie.

¿Qué es el oído absoluto?

 

Se denomina de esta manera a la capacidad que poseen algunas personas para saber llamar a una nota por su nombre, sin necesidad de referencias. O si se prefiere: es la capacidad de reconocer tonos aislados instantáneamente sin ningún contexto musical. Muy relacionado con la memoria auditiva.

Esta habilidad podría compararse fácilmente con la de un pintor que puede reproducir fielmente un paisaje al óleo, con solo observar por unos minutos el mismo.

Así pues, también se puede clasificar el oído absoluto en tres tipos:

  • Oído absoluto muy fino: capacidad para identificar una nota más o menos alta de lo normal.
  • Oído absoluto activo: posibilidad de cantar cualquier nota, sin referencia alguna.
  • Oído absoluto pasivo: el individuo posee la característica de reconocer la nota en sí. Muchos autistas poseen esta habilidad.

No se sabe muy bien el origen de esta cualidad, aunque el sentir mayoritario de los profesionales aboga más por factores genéticos y ambientales, mitad y mitad.

Lo que sí está claro es que los músicos, a la hora de tocar en vivo, se inclinan más por el desarrollo del oído relativo (capacidad de identificar la nota musical con referencias), debido a que si fuera por el oído absoluto, no serían capaces de improvisar, por ejemplo.

Beneficios de la música clásica relajante para niños

En este apartado hablaremos de las ventajas de inculcar en el niño este tipo de música, que no son pocas:

  • Influye en el estado de ánimo del infante.
  • ¿Tu hijo sufre de insomnio? Nada como una pieza de música clásica tranquila antes de ir a dormir, y caerá rendido como un bendito.
  • Incrementa en el niño la capacidad de mejorar en el aprendizaje de idiomas, a través del desarrollo de habilidades con un instrumento.
  • A su vez, un instrumento musical requiere constancia y muchas horas de práctica, dos ingredientes fundamentales (entre muchos otros) para criar a un niño feliz y realizado.
  • Podría ayudarle a sacar mayores notas, pues desarrolla la capacidad memorística y a la atención
  • Potente analgésico contra el estrés y la presión arterial (sobre todo si tu hijo es proclive a sufrir de los nervios).
  • Se mantiene la creencia de que la música clásica es perfecta para mejorar en el niño las virtudes de la disciplina y el orden, a través de la práctica de un instrumento musical desde pequeño.
  • La música clásica relajante para niños de primaria, y las matemáticas siempre estuvieron muy relacionadas (de hecho, en la Antigua Grecia, el filósofo y matemático Pitágoras incluyó la primera dentro de la segunda. Así que, desde ConEduka, te recomendamos que sigas llevando a tu hijo a solfeo.
  • Ayuda a la concentración del niño en momentos de estudio (siempre y cuando la pieza musical se ponga de fondo, y se elija una acorde al momento).
  • Por último, la musicoterapia trata alteraciones del lenguaje como la dislexia, a través de piezas de música clásica. Además, también es extrapolable a otros males, (como la ansiedad, la depresión o un dolor de cabeza), y se pueden escoger sinfonías de Chopin, Vivaldi, Mozart o Rachmaninov.

Conclusión: pongamos música clásica a nuestros hijos

Como colofón, podemos admitir que, si bien es cierto que está demostrado científicamente que escuchar música clásica en sí no vuelve a un niño más inteligente (porque afirmar eso sería decir que la magia existe, y desde Coneduka nos vemos en la obligación de ceñirnos a lo profesional y a los hechos), no deja de ser verdad que este tipo de música inspira a actuar de una mejor manera, teniendo el potencial de amansar a las fieras más peludas.

 

Hasta aquí el análisis de música clásica relajante para niños.

Y tú, ¿Qué música le pones a tu hijo?